Ustedes me va a disculpar. Sobre todo aquellos que quieren mirar para otro lado y decir que la realidad no existe, o que exagero.
No me voy a callar, no me quiero callar.
Estamos en tiempo de Cuaresma, tiempo propicio para la conversión. Nos ofrece la Iglesia, desde antiguo, tres elementos que nos pueden ayudar: oración, abstinencia y limosna. Y creo que, en este contexto, viene muy bien al caso lo que quiero proponerte como elemento de juicio y transformación de la realidad.
Esto que te voy a contar hoy está ocurriendo en España, en Andalucía, en Huelva (y en la costa de Huelva para ser más exactos). Y es una desgracia, y una injusticia, que debe ser solucionada.
Todos los años, todos, el tema de los inmigrantes que vienen a Huelva es una fuente de dificultades y conflictos. No es por ellos, que vienen a buscar trabajo, sino porque las infraestructuras que debían acoger a estos trabajadores, se quedan pequeñas o no existen.
Este año, de forma aún más lacerante, los inmigrantes han visto que su situación se agrava. La crisis y las dificultades en el sector fresero, han hecho que muchos de ellos estén obligados a subsistir sin ningún tipo de ingresos. Cáritas de Huelva está haciendo lo que puede,pero ya no puede más. Hay muchas criaturas que no tienen qué comer. Lo han leído bien: NO TIENEN QUÉ COMER. Aquí, en nuestro suelo solidario, donde se nos llena la boca para decir que no hay pobres. Y las autoridades no quieren mirar hacia ese lado, hacia ese triste lado.
Tenemos que trabajar para que esa situación se solucione con justicia, y para que las instituciones, públicas y privadas, hagan que no suceda más.
Es por esto que hago un llamamiento desde aquí para que colaboremos en ello y, de forma específica y dada la situación de urgencia, hagáis una colaboración económica para poder solucionar el problema.
Para que tengáis más información: pinchad en este link de Cáritas Huelva.
http://www.caritashuelva.org/iphp/spip/
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