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jueves, 30 de abril de 2009

¿Cómo habla Dios? La evidencia científica de la fe

El autor de este libro,FRANCIS S. COLLINS, ofrece en este libro una reflexión muy interesante sobre las diversas posturas que podemos encontrarnos en este acuciante y urgente problema del encuentro entre ambas disciplinas.
Me ha parecido muy iluminador, y asequible, que estos temas no deja de ser muy de agradecer.
Hay una vía, el BioLogos lo llama él, que merece la pena explorar. En un mundo en el que todavía algunos erigen a la ciencia como la única forma de acercarse a la verdad, es interesante que un científico de prestigio universal, se atreva a exponer con valentía esta propuesta teísta, creyente, del comienzo del universo.
Esta "evolución teista" es una aproxiamción actual al tema de la creación y una crítica a las otras posturas cerradas a la inclusión de la ciencia y el pensamiento humano a la fe. Hay muchos que piensan que son irreconciliables, pero quizás arguyen eso por "defectos" de forma, por encontronazos no superados o por un concepto erroneo de fe, ciencia o razón.
Pienso que es bueno ver que nos podemos encontrar en lugares comunes y que, en definitiva, la verdad no es patrimonio de una ciencia, una forma de investigación, de reflexión o de materia.
Te invito a su lectura.

viernes, 24 de abril de 2009

El amigo americano

Digo yo que eso de ser el imperio debe de cansar un montón.
Ya le sucedía al imperio romano, y antes a los pobres griegos, o a los persas, o a los asirios...todos tuvieron que soportar que los moscones de los países conquistados, o los colindantes, suspiraran por su mirada y, a la vez, los pusieran a caer de un burro a la primera de cambio.
Bueno, España, aquel lugar donde no se ponía el sol, también tuvo que cargar con la cruz de ser la primera nación, la que descollaba y partía el bacalao...y eso debe de ser muy cansino.
Y es que tener que intervenir en los sitios donde los demás se acobardan, y que después te digan que vas de prepotente...que no se levanten delante de tu bandera, para después correr detrás del presidente a besar el suelo que pisa y decirle:"¡ mírame, mírame!"...
O que uno sea de una idea que propugna el cambio, la transformación, la revolución...para quedarse pegado a un sillón y una moqueta que te asegura no toparte con tus incongruencias...

Vivimos en un tiempo de prisas en el cual lo más importante es salir en la prensa, en las noticias. El contenido importa poco, sólo el envoltorio.
Ser el primero, como sea y a costa de lo que sea. Y mantenerse. No voy a decir que no haya valores sociales, o que todo es corrupción y mundo negro. pero es cierto que este mundo de carreras invita poco a la reflexión y al discernimiento.

Cuando veo que hoy nos sentimos contentos porque ya Obama nos mira y nosotros lo miramos con ojos enamorados, me pregunto cuál es la lógica elemental que mueve a nuestros políticos. Y no porque piense que el pueblo americano es malo, ni bueno. Es como todos. Solo que ahora son los primeros.
Programa, programa, programa. Y además sin ir en contra. Sino a favor de todo lo que sea bien para los ciudadanos.

martes, 14 de abril de 2009

Pregón Pascual de 2009

Ya están tronando glorias, a espuertas, todos los tornos del cielo.
Ya la tierra, estremecida, salpica risas y tararea cancioncillas felices.
Ya las luminarias del cielo se han puesto sus brillos de gala, los astros adornan con colores su elemento y los ángeles hacen sonar la materia con el gozo de un fulgor nuevo y distinto.
Y todo porque se ha abierto, de par en par, la ventana de la liberación, el escape de la esperanza, la puerta de la eternidad, la escala de Jacob.

Y que se alegre nuestra madre, la Iglesia, la congregación de los llamados, para que luzca con fuerza el testimonio de su fuego. Y que resuenen todas las gargantas de alegría. Cantad conmigo, gozad conmigo, porque esta es la noche, la santa noche de esperanza.

Y hacedlo porque Dios salió valedor por nosotros. El rastro de sangre de su Hijo ha puesto fin a la deuda, y podemos reconocer en su faz a todos los sufrientes del mundo, a todos los que añoran la felicidad, a todos los que construyen el Reino.

“¿Quién decís que soy yo?”. Nos dejaron esa pregunta en el aire, como un ariete candente que ha taladrado nuestro afecto. Pero, como un guiño, nos has dicho que sabes quiénes somos nosotros: tus amados, tus preferidos. Nos has amado primero. Sabemos quienes somos, nos has puesto una señal en la frente, nos has señalado para la vida.

Ya no hay esclavitud posible, has derribado, con tu entrega todos los muros, has abierto una brecha que comunica definitivamente el cielo y la tierra. No hay línea en el horizonte, es un continuo de gloria.

Esta es una noche santa, como lo fue para Israel, cuando los sacaste aprisa de Egipto. Aquella noche en que pasaste como una exhalación para aliviar el yugo de la opresión. Tu fuego y su humo, en columna que mostraba tu fuerza, los condujo por entre un mar de dudas y de pérdida.

Esta noche sobran dinteles y cerrojos, batientes y cadenas, abismos y distingos. Has tirado de nosotros para rescatarnos de las puertas de la muerte. Cuando abriste tu sepulcro, desaparecieron todas las lápidas para convertirlas en vida. Los infiernos han sido anegados con las aguas de la salvación. Tu cruz es arca que rescata y pinta el arcoíris de goce. ¡Alégrate hermano y hermana! ¡Pinta de luz tus noches y tus vacilaciones! ¡Ha vencido, y tú con Él!

Hemos pasado de la muerte a la vida. No hay miedo , no hay miedo porque la apuesta ha sido fuerte, un desafío cruzó la sombría noche del sufrimiento que todos llevamos impreso en los días de nuestra vida, y arredró al pecado. ¡Nos han salvado a precio de sangre! A precio de amor nos han puesto en la balanza para hacernos requiebros de ternura y hallarnos bellos.

La multitud de testigos, que tachonan el universo de nuestro cielo íntimo, han dejado impronta de Ti y nos han guiado hasta Ti . La miríada de discípulos que nos han precedido, formando esta Iglesia nuestra, han regado de migajas de pan el camino para conducirnos a Ti .
Y los desheredados, los excluidos, los marginados, los despojados, los solos, los desasistidos forman un enorme puzle de tu imagen para recordarnos quiénes somos y a quiénes nos debemos.

Devuélvenos la inocencia del amor primero, recóbranos de nuestra vida sin aventura ni pasión, enciende en nosotros la luz, como la de este cirio, para que brillemos contigo.
Acepta este regalo, esta celebración de alegría, que te ofrecemos todos los hombres y mujeres que queremos ser de Ti, y discípulos de Jesús. Acepta el fragor de bondad que emerge desde tu Iglesia, enamorada de Ti, y tropezando sin Ti, como un presente que conduce el Cosmos hacia Ti . Que todos los rostros donde te vimos, todas las miradas donde te adivinamos, se unan en nuestro gozo y esparzan granos de esperanza que verdeen bosques de mañanas.

Te rogamos, Dios Padre corazón de madre, que este cirio arda si apagarse. Que la mañana lo encuentre ardiendo para que nos recuerde el lucero que no conoce el ocaso: el Cristo Resucitado, el Viviente, el que ha derribado para siempre el edificio del pecado.

Jesús, hermano y amigo, mi Señor y mi Dios, se ha convertido en el primero del linaje humano, brilla sereno y cercano para hacernos paso, para abrirnos camino en la vida sin muerte, en la luz sin crepúsculo.
Y el vive, y reina glorioso por los siglos de los siglos. Amen.

viernes, 3 de abril de 2009

Semana Santa

El ciclo vital es una realidad que nos vuelve vulnerables. La vida no es una especie de ascendente lineal. Es una sinuosa andanza que se enreda en la naturaleza, en la experiencia, en la historia, en las percepciones, en los patrones aprendidos, en los sobresaltos de libertad, en los sentidos, en la afectividad incomprensible...y esa vulnerabilidad es la que nos hace maravillosamente sorpresivos y nos vuelve capaces de crear...y de creer.
La semana santa, la celebración de la pascua cristiana, es un arrebato místico, un arremangarse con la naturaleza para adivinar la semilla creciente, un esfuerzo cósmico por resucitar al Cristo universal. Es la Iglesia que se arrebuja en el manto del calvario y atisba la esperanza de la Luz que triunfa.
Vivir la semana santa, la Pascua, nos pone de nuevo en el camino de la novedad de un Dios que se hace hombre, para que el hombre se acerque definitivamente a Dios.
Feliz Pascua de Resurrección