El ciclo vital es una realidad que nos vuelve vulnerables. La vida no es una especie de ascendente lineal. Es una sinuosa andanza que se enreda en la naturaleza, en la experiencia, en la historia, en las percepciones, en los patrones aprendidos, en los sobresaltos de libertad, en los sentidos, en la afectividad incomprensible...y esa vulnerabilidad es la que nos hace maravillosamente sorpresivos y nos vuelve capaces de crear...y de creer.
La semana santa, la celebración de la pascua cristiana, es un arrebato místico, un arremangarse con la naturaleza para adivinar la semilla creciente, un esfuerzo cósmico por resucitar al Cristo universal. Es la Iglesia que se arrebuja en el manto del calvario y atisba la esperanza de la Luz que triunfa.
Vivir la semana santa, la Pascua, nos pone de nuevo en el camino de la novedad de un Dios que se hace hombre, para que el hombre se acerque definitivamente a Dios.
Feliz Pascua de Resurrección
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