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lunes, 22 de septiembre de 2008

Nada, que no se arregla

En fin, creo que, al final, tendremos que ir a las movilizaciones.
Hay un runrún que no cesa. Hay una incomodidad manifiesta y un deseo de enredar las cosas para que, embarulladas, no se arreglen.
A día de hoy, con bastantes días de comienzo de curso, aún no nos han dicho a los Profesores de Religión qué es lo que pasa. En Andalucía estamos hartos de señoritos que se han cambiado de color, pero que siguen siendo los amos del cortijo. Y tratan a los que no quieren con el desprecio oportuno que se merecen: nos ningunean, nos reducen la jornada laboral, nos siegan las horas de la asignatura bajo los pies, nos agrupan a los alumnos hasta la línea última de la ratio...
Sí, ya sé a quién estoy señalando, y no por eso estoy en un lado o en otro. Pero no debemos, ni podemos, soportar al injusticia. Aunque se cubra de leyes que, en este caso, son harapos ideológicos.
Creo que va siendo hora de que nos pongamos en marcha y nos movilicemos de forma clara y contundente. Esto es asunto de profesores y padres, que a muchos les gusta esconderse debajo de las sotanas a que le resuelvan los problemas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola.

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