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miércoles, 13 de mayo de 2009

La píldora del día después

Parece que no cejan en el empeño. Va a terminar siendo verdad que tienen un plan preconcebido y premeditado y que no gobiernan a salto de mata.
No sé que va a pasar cuando una niña se quede encima de la mesa de un quirófano, y eso por los posibles efectos secundarios que se puedan derivar de una operación de legrado para abortar. Los médicos saben que los hay. Un porcentaje, si quieren, pequeño, pero eso quiere decir que se da. ¿A quién va a demandar el padre? ¿A la Administración? ¿Al médico? ¿Al Gobierno?
Los farmacéuticos y los médicos saben que hay efectos secundarios con la píldora postcoital. Y saben que los riesgos aumentan cuando hay determinados antecedentes familiares. ¿quién va a controlar cuántas píldoras abortivas se toma una criatura? Si hay reacciones adversas que devengan en muerte o minusvalías ¿quién se va a responsabilizar? Si sobreviene un trombo que provoca una hemiplejía ¿quién va a cuidar a la muchacha de por vida?
¿Cómo pueden legislar con tal falta de prudencia?

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