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jueves, 9 de octubre de 2008

Tambores de guerra

La Bota que pisa con estrépito, nos dice Isaias.
Es muy fácil forzar los textos evangélicos para hacerles decir lo que nos conviene. Lo sé. Pero creo que esto se puede achacar hoy a la Administración de la Junta de Andalucía. Hemos ido oyendo cómo se acercaban malos augurios. Cómo nos iban preparando para la mala nueva. La Junta no tiene alma, sólo una alcancía por corazón que se puede volcar del lado de sus amigos. Y nosotros no lo somos.
Los profesores de Religión no han ocultado jamás de dónde proceden, no pueden. Y eso nos hace vulnerables. Nos situa en el frente de batalla de todos los enfrentamientos. Ahora comienza de verdad la auténtica lucha. Debemos permanecer unidos y no confundirnos entre nosotros. Vamos a ir a los Tribunales, vamos a buscar la justicia y el derecho, vamos a enfrentarnos a los elementos de injusticia corporativa. Pero vamos a hacerlo con paz, y con sentido evangélico.

"El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande, habitaban tierras de sombra, y una luz les brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo: se gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repetirse el botín. Porque la bota que pisa con estrépito y la túnica empapada en sangre, serán combustible, pasto del fuego. Porque la vara del opresor, el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madían. Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva al hombro el principado, y es su nombre: Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre Perpetuo, Príncipe de la Paz. Para dilatar el principado con una paz sin limites, sobre el Trono de David y sobre su Reino. Para sostenerlo y consolarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y para siempre. El celo del Señor lo realizará."Is 9, 1-3.5-6

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