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viernes, 24 de abril de 2009

El amigo americano

Digo yo que eso de ser el imperio debe de cansar un montón.
Ya le sucedía al imperio romano, y antes a los pobres griegos, o a los persas, o a los asirios...todos tuvieron que soportar que los moscones de los países conquistados, o los colindantes, suspiraran por su mirada y, a la vez, los pusieran a caer de un burro a la primera de cambio.
Bueno, España, aquel lugar donde no se ponía el sol, también tuvo que cargar con la cruz de ser la primera nación, la que descollaba y partía el bacalao...y eso debe de ser muy cansino.
Y es que tener que intervenir en los sitios donde los demás se acobardan, y que después te digan que vas de prepotente...que no se levanten delante de tu bandera, para después correr detrás del presidente a besar el suelo que pisa y decirle:"¡ mírame, mírame!"...
O que uno sea de una idea que propugna el cambio, la transformación, la revolución...para quedarse pegado a un sillón y una moqueta que te asegura no toparte con tus incongruencias...

Vivimos en un tiempo de prisas en el cual lo más importante es salir en la prensa, en las noticias. El contenido importa poco, sólo el envoltorio.
Ser el primero, como sea y a costa de lo que sea. Y mantenerse. No voy a decir que no haya valores sociales, o que todo es corrupción y mundo negro. pero es cierto que este mundo de carreras invita poco a la reflexión y al discernimiento.

Cuando veo que hoy nos sentimos contentos porque ya Obama nos mira y nosotros lo miramos con ojos enamorados, me pregunto cuál es la lógica elemental que mueve a nuestros políticos. Y no porque piense que el pueblo americano es malo, ni bueno. Es como todos. Solo que ahora son los primeros.
Programa, programa, programa. Y además sin ir en contra. Sino a favor de todo lo que sea bien para los ciudadanos.

1 comentario:

Magicomundodecolores dijo...

Estimado Pedro: a este presidente se le podría nombrar como "el leve que no es" por aquello de "la levedad del ser". Es incongruente a más no poder con sus propias palabras, demagógico y egocéntrico, sólo aspira a quedarse en la poltrona. Y es que siempre se dijo en Cuba: los americanos son los malos que lo tienen todo bueno. Y aquí, por culpa de los políticos, estamos cayendo en lo mismo. Tal parece que Obama es la panacea que quitará todos los males. Ya los dirigentes no hacen discursos como aquellos de Churchil o Ike a sus pueblos, cuando les pedían heroísmo, medidas extraordinarias, unidad y coherencia. Este lo único que está pidiendo a gritos, diariamente, es que el pueblo le de la espalda por inepto. Lo que pasa es que este gigante aún duerme. Mantener la fe es lo que nos puede dar capacidad para soportar lo que estamos viviendo en estos tiempos (que, a fin de cuentas son los mismos que hace 2000 años). Saludos.