Páginas

domingo, 11 de marzo de 2018


¿Cuándo te vimos?
(Mt 25, 35-45)
Acostumbré a volver la vista
cuando me dolías,
era más fácil olvidarte
imaginar que no era
ni aflicción ni sujeto,
que no estabas,
y ya.

Decir que son otros
los responsables,
los que deben,
hace mi vida muelle
un lugar seguro
y me aleja
de ti.

Ni el estómago hinchado,
y vacío,
ni la soledad de la cárcel,
ni la desnudez de tu carne,
ni tu huida,
ni tu dignidad perdida
hicieron mella
en mi egoísmo desmedido.

Y me dices que eres tú,
que escondes tu rostro
en esa miseria,
que la pregunta final
será
si he amado.

¿Cuándo puedo volver,
a qué mano debo tender
como una alfombra
mi alma
que llegue a tu indigencia
y me deje lleno de Ti?

No permitas más
que borre mi conciencia
dedicando el tiempo
a la sombra de mi mismo
perdido entre las hebras
de un aislamiento
que busca solo
su propia, inane, felicidad

No hay comentarios: