Me miras
como al cosmos
en una sorpresa constante,
como acontecen las galaxias.
Enamorado
asistes a la sangre
que se agolpa y galopa
en mi ser entero
y como surca la luz
el vacío de estrellas
me arrebatas con la vida
arrullando primaveras.
Me amas
cuando al corazón me miras
por encima
de desiertos y cicatrices,
que me pueblan como fantasmas.
Y más
cuando hago noches
retrocedo al vertedero
fabricado de desconfianzas.
Me llamas
para hacerme por dentro
barro delicado y quebradizo
para estar entero en Ti,
de quien fui amado
en un siempre de caricias
y plenitud.
Para ser en Ti.
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