Mío es el beso robado
y la playa en la tarde
el recuerdo de tu sombra
y el arder del sol de mayo
mías son las memorias
y el olvido
las latillas, las carreras
y tu huida
mía y para siempre
la desesperación
la soledad
y esa irrefrenable compañía
los abrazos que di
y los que olvidé
aquella tarde sobre el coche
y la luz que sobresale
míos son el desconcierto
tus palabras y sus daños
las lágrimas vertidas
y las que acaricié
mía mi forma de verte
y la que te produce
el primer aliento
y el último espasmo
me pertenece la vida
y la muerte que le sigue
el umbral que pisaré
y la conciencia que soy
mío soy cuando no lo soy
cuando vierto
concentrado o disperso
cuando te sé
en soledad, enmarañado,
ensimismado, difuso
nostálgico y soñador
apegado a mis recuerdos
míos son el otoño
y los colores que pierde
la primera lluvia
con olor a tierra y moho
mías la sal de las mareas
ese húmedo frío sin levante
tus pisadas
sin las mías
Y porque me veo
y reconozco el hueco
que me habita
para poder serme
déjame salir de mi.
Pedro Barranco © 2018
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